Según las exigencias de los clientes, es elaborado el Disaster Recovery Plan (DRP) con relación a las diversas realidades infraestructurales a ser protegidas.
Éste permite definir parámetros operativos precisos, como el RTO (Recovery Time Objective); es decir, el tiempo máximo de disfunción entre el inicio del siniestro y la finalización exitosa de los procesos de Disaster Recovery, y el RPO (Recovery Point Objective), que representa la pérdida máxima de información sostenible por el propio proceso empresarial.
Gracias a este plan de intervención, los procesos de recuperación son preparados de manera preventiva, según el nivel de servicio requerido, siendo posible garantizar plazos concretos de recuperación.
Por esta razón, estamos en grado de afrontar cualquier emergencia que pueda comprometer la estructura primaria y el desarrollo regular de las actividades, interviniendo sin demora para la recuperación de todos los sistemas hasta volver al suministro normal de los servicios de nuestros clientes.
La interconexión entre los campus tecnológicos de Bérgamo (IT3), Roma (IT4) y Arezzo (IT1 e IT2) permite garantizar la redundancia en distancias de hasta unos 500 kilómetros y gracias a la conectividad dedicada y la alta capacidad de transmisión, permite la creación de soluciones geográficas de Disaster Recovery.
La distribución geográfica de la red de Data Centers de Aruba también permite proporcionar servicios de Disaster Recovery con una fuente en la instalación donde el cliente elige el data center de destino en función de la distancia geográfica y sus propias políticas de producción y Disaster Recovery.